jueves, marzo 01, 2007

Esto es un mensaje escrito por un buen amigo el cual quiero compartir con ustedes.
Persiguiendo La Felicidad


Hace algunos días, permitiéndome un momento de esparcimiento en mi cargada agenda, decidí llegar hasta el cine y disfrutar el nuevo filme de uno de mis favoritos de la pantalla grande, Will Smith. Acepto que el título del rodaje movió más mi curiosidad que el protagonista de la misma. La "Persecución de la Felicidad" era sin duda el perfecto tema para una gran historia, incluso la de todos nosotros. Me senté cómodamente en la acojinada butaca reclinable e imaginariamente di un viaje retrospectivo a los ochenta. Concentrado en el personaje principal y sus peripecias para lograr metas, me concentré más en mi vida. Cada pulgada que rodaba esa cinta era el equivalente a horas de mi vida.

Y es que perseguir la felicidad no es un norte exclusivo de Chris Gardner, ni de quien lo encarnó en la película. Es el motor que nos mueve cada mañana y que nos hace soñar en las noches. Definimos felicidad como el mejor estado, pero lo vemos tan distante como el final de una larga carrera. Si nos preguntan: ¿eres feliz?, regularmente pensamos demasiado antes de tener una contestación. Otros son más analíticos y contestan: depende.

¿Será que fuimos condicionados desde niños a ver la felicidad como inalcanzable o inmerecida? Decir: ¡soy feliz! puede resultar arrogante y pretencioso o ilusorio e irreal. Lo más que me sorprendió del personaje de Smith en esta obra fílmica, fue la firmeza de carácter persiguiendo su sueño. Su matrimonio se afectó, careció de recursos básicos como vivienda y alimento. Pero su semblante no era lánguido, su espíritu nunca murió y logró mantener a su hijo en una gran expectativa de que algo bueno vendría, aun cuando no tenían nada. Eso es felicidad. Cada paso certero hacia el éxito, cada intento infructuoso pero gratificante. Mantener el plan cuando parece que no funciona, pero algo en tu corazón te dice, ¡adelante! Solo tú, conoces el mapa y aunque falles en la ruta, basta con regresar al punto donde te perdiste y tratar otra vía.

Es preciso notar la primera sílaba de la palabra felicidad, sin ese elemento es imposible seguir persiguiendo sueños. La Fe es el lente donde vemos los absurdos. Allí se concretan, se realizan. Dios dijo a su pueblo a través de Isaías: "no recuerden mas las cosas del pasado, Yo voy a hacer algo nuevo y ya he comenzado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca..." Debemos comenzar a ver el camino a la felicidad como el mejor pretexto para ser felices. De la misma forma en que te sentirías viendo los cimientos de una casa, la cual construyes. Sentir orgullo de tus pasos, como de tus logros. Cada componente en ese camino es La Felicidad. La actitud con la que caminas y la convicción que Dios es tu principal acompañante, forman tu felicidad.

Así que olvidándonos del desenlace de la historia, vivamos cada capítulo como el punto climático de la trama. Con toda la pasión del que sueña y toda la fe del que vive para ser feliz.


Francisco Javier Montalvo